Desafío 21 – 1998

Adoptada en el 14º Consejo Mundial de YMCAs - Frechen, Alemania 1998

Desafío 21

 

La Alianza Mundial de ACJ se fundó en 1855 en su primera Conferencia Mundial, celebrada en París. En aquel momento, los participantes en la conferencia elaboraron la primera declaración de principios de la YMCA, las Bases de París.

Desde entonces, la declaración de principios de la YMCA ha sido interpretada para reflejar las realidades contemporáneas, primero en 1973 con los Principios de Kampala, y más recientemente en 1998 con Challenge 21.

El Desafío 21, adoptado en el 14º Consejo Mundial de YMCAs, Frechen, Alemania, 1998 afirma que:

«Afirmando las Bases de París adoptadas en 1855 como la declaración fundacional permanente de la misión de la YMCA, en el umbral del tercer milenio declaramos que la YMCA es un movimiento mundial cristiano, ecuménico y voluntario para mujeres y hombres, con especial énfasis en los jóvenes y su genuina participación, y que busca compartir el ideal cristiano de construir una comunidad humana de justicia con amor, paz y reconciliación para la plenitud de la vida para toda la creación».

Por lo tanto, cada YMCA miembro está llamada a centrarse en determinados retos a los que dará prioridad en función de su propio contexto. Estos retos, que son una evolución de los Principios de Kampala, son:

– Compartir la buena nueva de Jesucristo y luchar por el bienestar espiritual, intelectual y físico de las personas y la integridad de las comunidades.

– Capacitar a todos, especialmente a los jóvenes y a las mujeres, para que asuman mayores responsabilidades y capacidad de liderazgo a todos los niveles y trabajen por una sociedad equitativa.

– Fomentar el diálogo y la colaboración entre personas de distintas creencias e ideologías, reconocer las identidades culturales de las personas y promover la renovación cultural.

– Comprometerse a trabajar en solidaridad con los pobres, los desposeídos, los desarraigados y las minorías raciales, religiosas y étnicas oprimidas.

– Tratar de ser mediadores y reconciliadores en situaciones de conflicto y trabajar por la participación significativa y el avance de las personas para su propia autodeterminación.

– Defender la creación de Dios contra todo lo que pueda destruirla y preservar y proteger los recursos de la Tierra para las generaciones venideras. Para hacer frente a estos retos, la YMCA desarrollará modelos de cooperación a todos los niveles que permitan la autosuficiencia y la autodeterminación».

Adoptado en el 14º Consejo Mundial de YMCAs, Frechen, Alemania, 1998